NIVELES DE ACREDITACIÓN
Cada una de las Unidades acreditadas deberá contribuir de forma activa y esencial a la prestación de un servicio sanitario de calidad y eficiencia cercano al paciente.
La estructura en distintos niveles no supondrá en modo alguno categorías de mayor o menor rango, sino la expresión de diferentes grados de complejidad en el abordaje diagnóstico y terapéutico de los pacientes, por lo que deberá reflejarse la forma de coordinación entre Unidades de distintos niveles.
Nivel 1: Unidad Básica. Será la estructura básica que permita la realización de exploraciones de función pulmonar esencial para el control y seguimiento de los pacientes con patología respiratoria con un nivel de calidad asistencial, docente y de investigación adecuados. Esta unidad deberá contar con los recursos humanos esenciales, así como estar liderada por un neumólogo que dedica una parte de su tiempo asistencial en la organización del laboratorio de función pulmonar, aunque no necesariamente con exclusividad, destacando por esa labor específica en su centro. Deberá disponer de mecanismos para enviar a un paciente complejo a una unidad (laboratorio de función pulmonar) superior. Por ejemplo, debería la Unidad tener los medios necesarios para derivar un paciente que la valoración de la función pulmonar realizada no es suficiente poder enviarlo a una Unidad Especializada.
Nivel 2: Unidad Especializada. De mayor complejidad que la anterior. Deberá contar con recursos materiales y humanos que le permitan desarrollar una actividad asistencial (en nuestro caso pruebas de función pulmonar), docente y de investigación más amplia y compleja que la Unidad básica. Esta unidad deberá contar con los recursos humanos esenciales, así como estar liderada por un neumólogo que dedica una parte de su tiempo asistencial en la organización del laboratorio de función pulmonar, aunque no necesariamente con exclusividad, destacando por esa labor específica en su centro. Deberá ofrecer la posibilidad de derivar pacientes complejos a una unidad superior, es decir a una Unidad Especializada de Alta Complejidad.
Nivel 3: Unidad Especializada de Alta Complejidad. Deberá disponer de recursos materiales y humanos con un nivel de dedicación en el laboratorio de función pulmonar, superior que los niveles previos logrando unos resultados docentes y de investigación acorde con dicho nivel. Esta unidad deberá contar con los recursos humanos esenciales, así como estar liderada por un neumólogo que dedica una parte de su tiempo asistencial en la organización del laboratorio de función pulmonar, aunque no necesariamente con exclusividad, destacando por esa labor específica en su centro. Deberá contar con un organigrama de funcionamiento estable y multidisciplinar, facilitando la derivación de pacientes desde Unidades de menor nivel de acreditación.